¿Por qué Call me by your name, es una de mis películas favoritas?

Me apetecía escribir sobre este film, ya que se ha convertido en uno de mis títulos cinematográficos preferidos.
Call me by your name, nos narra la historia de amor entre dos personas que se conocen durante un verano en Italia.

Recuerdo que una amiga me habló de ella y me produjo una sutil curiosidad. Busqué el trailer y se hizo la magia... en solo dos minutos supe que sería una película que iba a gustarme. Lo que no sabía, era que se convertiría en una de mis favoritas.

La historia transcurre en 1983, en un pueblecito cercano a Milan, Crema. Eso ya me ganó, adoro Italia y las veces que he ido ha sido en verano; con lo que reconocía ese ambiente que se respira en el film, esas calles de colores ocres, naranjas y beige, casi los mismos tonos de los albaricoques o melocotones del jardín de Elio. Aquello me producía una suave nostalgia de mis viajes, de mis visitas a Roma o Venezia.



Es un film largo, ronda las dos horas y cuarto. Pero al contrario que otros films, no se me hace pesado. Me relaja y me engancha de manera que me abstrae por completo. No sabría cómo explicarlo, pero el conjunto de la historia, la fotografía, la banda sonora, los protagonistas... etc. Se convierte en un viaje del que disfrutas constantemente, una pintura en movimiento que no puedes dejar de mirar.

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Y es que la historia de Elio y Oliver, es la historia de un amor de verano, un amor entre dos personas. Está tan bien narrado, que te demuestra que el amor no entiende de géneros, pues cuando ocurre, es algo tan hermoso que no hace distinciones. Elio está descubriendo su sexualidad y al mismo tiempo mantiene una relación con Marzia, su amiga de siempre. Pero algo se despierta al conocer a Oliver, algo que le quema las entrañas y que le hace cuestionarse ese sentimiento hacia alguien de su mismo sexo.

Y es que eso, es el misterio del amor, como dice el tema principal del film.


El film está tan mimado en su narración, que si vas a verla por morbo, desde aquí te digo que no verás nada. Al contrario que en La vida de Adele, donde las escenas de las protagonistas manteniendo relaciones sexuales eran largas y demasiado explicitas; robando protagonismo a la historia y sus interpretes.
En el caso de CMBYN, creo que es un gran punto a su favor. No es necesario verlos en su momento mas íntimo, para saber el amor que hay entre ellos. Sino que se centra en esos instantes, donde ambos se abren poniendo palabras a sus sentimientos. O planos en los que no dicen absolutamente nada, pero todo fluye de forma que no es necesario nada más.


Y es que la fotografía es otra de las cosas que me enamoró del film, planos con una luz deliciosa, cargados de detalles cotidianos, que cuentan historias de cada uno de los habitantes de la casa donde vive Elio. El despacho de su padre, donde las conversaciones sobre arte, proyectan diapositivas de bellas esculturas griegas en la pared. El jardín, donde en un momento se desayuna, en otro se recogen los famosos albaricoques o Elio y Oliver descansan bajo el caluroso sol de verano. El salón de la casa en el que se escuchan las notas del piano o la voz de la madre leyendo un cuento en alemán.

O ese momento, donde el film te rasga por dentro al escuchar la conversación del padre a su hijo Elio, ayudando a que comprenda y acepte todo lo que ha vivido en un corto verano. Un discurso que debería ser de visionado obligado para muchos padres futuros y no tan futuros.

Si a todo esto le sumamos una banda sonora, con temas como los de Sufjan Stevens, ya estoy perdida. Y no es hasta el final del film, cuando Elio se sienta frente al fuego y comienzas a escuchar los acordes de "Visions of Gideon", que te das cuenta que se te ha partido el corazón. Porque no solo has sido un espectador, si no que has vivido la historia de amor con la misma intensidad que Elio. Y en ese momento en el que él acepta que todo ha terminado y revive cada uno de los momentos junto a Oliver, es cuando sientes ese nudo en tu garganta de la misma forma que su protagonista, siendo incapaz de retener las lágrimas del primer amor.