Quién no ha soñado como sería estar en otro planeta, como seria la vida, el aire... La textura de sus plantas o su arena, el color de su cielo o sus rocas.

A veces nos encontramos paisajes que nos recuerdan a esos lugares lejanos, los que muestran las películas, porque alguien en algún momento dejó volar su imaginación para crear ese pequeño planeta.

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Y eso fue lo que me pasó paseando por una playa al atardecer, la luz rojiza que proyectaba el Sol me inspiró para realizar estas fotografías. Imaginando un planeta que podría ser Marte, un planeta de arena roja anaranjada, cielos de un suave turquesa. Rocas oscuras, rugosas, que bien podrían ser montañas observadas de lo alto de un risco.

Si algo me gusta de la fotografía es que se puede interpretar de múltiples formas, en este caso puedes ver Marte o una bonita playa al atardecer.