En mi caso la pasión por la fotografía viene desde muy pequeña. Crecí entre música británica de los ochenta, inculcada por el amor al arte en todas sus variantes y con una madre que le gustaba hacer fotos.
Recuerdo ir al parque con mi madre, o a Segovia o al Escorial; ella siempre llevaba una cámara antigua y con carrete. Recuerdo divertida como cambiaba los carretes bajo un abrigo o una chaqueta, porque sino la luz velaba los carretes y claro eso se convertía en toda una odisea a ciegas. Recuerdo la comunión de mis hermanos y mi enfado, presente algunas fotos porque mi madre no me dejaba la cámara para hacer fotos. Yo era una canija, que no sabia la delicadeza de aquel aparato, ahora lo sé mejor que nunca.

Siempre pensé lo fascinante que era capturar una imagen para siempre, como todas esas fotos de familiares en blanco y negro de épocas pasadas, donde todo era diferente. Creo que la fotografía es algo, que siempre ha estado implícito en mi vida, de una manera u otra.
Cuando crecí recuerdo hacer fotos con una cámara que tenia mi madre, en el que el formato era cuadrado. Mi primera cámara de carrete en mi comunión. O lo que siempre había soñado, mi primera cámara réflex. Fue un regalo de mi hermano, que llego justo al termino de una racha horrorosa. Durante mi recuperación, creo que tenerla, estudiarla y aprender a manejar, fue casi terapéutico. Siempre aprendiendo de manera autodidacta, leyendo mucho, muchísimo. Hasta que por fin puede estudiar un modulo de fotografía.

Si, me ayudo... pero siempre sentí que a pesar de estudiar, de que mis profesores me dijeran lo buenas que eran mis fotos o mis ideas, siempre sentí que faltaba algo. Siempre he sentido que me faltaron unas directrices claras para enfocar mi fotografía, hacia un camino laboral, es decir, como trabajar de la fotografía. Tenia la sensación de que ese concepto estaba envuelto en un halo de secretismo, casi de fraternidad secreta donde no poder desvelar, el camino a un nuevo fotógrafo.

Es difícil entrar en este oficio, en este país. Porque todo es a base de contactos y enchufes. Donde todos tienen que poner buena cara a todos, el peloteo debe ser lo mas y subir pisando cabezas lo primero.
He hecho muchos TFCD para labrarme un buen porfolio, con buenas ideas, he mandando mis fotos a revistas donde no me han pagado un duro, pero dices bueno me voy dando a conocer.
Y no es fácil ser la oveja creativa de la familia, como leí también hace poco. Porque tienes que enfrentarte a no tener un trabajo o sueldo fijo, a disponer de los trabajos que salgan, que no son a menudo y todo eso termina frustrando y minando tu creatividad. Si a esto le sumas, la enfermedad grave de uno de tus progenitores, donde dejas todo aparcado y cuando pasan dos años vuelves y te encuentras, con la verdadera cara de muchas de las personas, que decían ser tus colegas y ya ni se acuerdan de como te llamabas, apaga y vamonos.

Todavía no se apagan las esperanzas de seguir adelante, de conseguir el sueño de mostrar tus fotografías con orgullo, de proyectos con jóvenes compañeros de profesión, de amistades muy por encima del trabajo, de proyectos personales... Este es mi camino y lo seguiré.